¿Dueño de tu negocio o el esclavo mejor pagado de la empresa? Hablemos claro.

Tu familia ya ni pregunta cuándo vas a tener tiempo libre. Tus amigos bromean con que vives en el negocio. Y tú sonríes, pero por dentro sabes que no es ninguna broma.

Notas cómo te miran. Creen que eres un desastre organizándote, que no sabes delegar. Como si fuera tan fácil.

Como si ellos tuvieran que aguantar a ese empleado que rinde al 50% o a ese proveedor que siempre falla, porque ahora mismo no puedes permitirte cambiarlos. Estás atrapado.

Así que sigues tirando del carro. Solo.

Te acuestas con un nudo en el estómago pensando en las facturas y te levantas con la misma ansiedad. Un estrés que te está consumiendo y que, si no haces algo, te va a pasar algo grave.

Lo peor es que no ves la solución. Sigues corriendo en la misma rueda, esperando que algo cambie.

Los milagros no existen. Los sistemas, sí.

Te propongo una conversación de 30 minutos. No para venderte nada. Para encontrar la causa real de por qué eres un esclavo en tu propio negocio y darte un plan de escape.

Después, tú decides. Pero al menos tendrás un mapa para salir del pozo.

Rellena el formulario si estás harto de la situación.

Omar